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Liderazgo digital, colaborativo y, en consecuencia, exponencial.

Palabras claves: Liderazgo, autoliderazgo, entornos VICA, Propósito de Transformación Masiva, Habilidades Humanas 4.0, Líder digital, Líder colaborativo, Líder exponencial.


Advertencia: Mucho es lo que se pude decir sobre el liderazgo, por tanto, queda claro que el presente artículo no pretende agotar el tema, pero sí dar luces sobre una variante del liderazgo que se pone de relieve con ocasión a la digitalización masiva, valores universales y el poder de impacto de la transformación digital individual para hacer de cada persona un potencial líder global.


Introducción: El entorno sin duda es condicionante para muchas cosas, no obstante, es importante entender que la universalidad que nos permiten los medios digitales nos hace un nuevo ciudadano del mundo. Pese a las fronteras físicas, las nacionalidades, los sistemas de gobiernos que condicionan la movilidad física y las ventajas o desventajas operativas de cada ciudadano, hay un espacio común y sin fronteras en el que todos, haciendo uso de los medios adecuados podemos impactar positivamente tanto nuestro entorno cercano cuanto el universo digital que hoy compone a la humanidad.


Por ello, hoy más que nunca, gracias al acceso libre al internet, no solo como simples espectadores de un mundo lleno de imágenes y transfiguraciones del ser humano, sino como verdaderos provocadores de un cambio, debemos tomar decisiones y materializarlas en entornos digitales que impactan sí o sí a un universo de personas a las que tenemos alcance y muy probablemente no conocemos. No se trata de impactar a la población digital bajo el juego de los algoritmos, like’s, comentarios, retwitts, etc., se trata de la huella que queda después de eso, de ese momento de reflexión o asunción de posturas o cambio de actitudes que provocamos en los demás lo que resulta en un impacto, del cual somos, en gran medida responsables.


Alcance Vs. Impacto.


Esta la diferencia entre alcance e impacto; los nativos digitales viven en el laberinto digital que condiciona las actuaciones para lograr mayor alcance, sin tomar en consideración el impacto.


Casualmente, acabo de terminar una llamada con un amigo que hablando de estos temas me comenta que su hijo tuvo 296.7 K de vistas en Tik Tok con un simple video de su ojo (foto con el que identifico este post), y su reacción natural era de gran satisfacción pues su alcance ha sido brutal, ahora bien, la pregunta es: ¿Hubo impacto?


El impacto digital se manifiesta como el efecto residual que queda en cada una de las personas alcanzadas por una actuación digital; todo esto que ocurre en post producción mental que cambia paradigmas, modifica conductas, genera oportunidades y humaniza al hombre digital para el logro de algo que va más allá del simple ego, se trata de autorrealización.


Resulta evidente pensar que, si nuestro actuar en el mundo digital, mediante los medios digitales disponibles, no obedece a un “Propósito” tal como una línea editorial de un medio de comunicación, estamos sin duda desaprovechando la oportunidad de impactar positivamente al universo; al fin y al cabo, lo que hoy hacemos en medios digitales tiene más eco universal y en la eternidad que en los tiempos en que para propagar tu mensaje, primero tenías que convertirte en una leyenda, prócer de la independencia o artista.


Por otra parte, si tal comunicación es desordenada, sin propósito, vacía, lejana a un fin más allá de la simple vanidad, lo más probable es que podamos tener alcance, que se desvanece en 24 horas y el impacto por vacuo sea negativo. Cabe resaltar, que en medios digitales no hay tal cosa como la inocuidad, huelga decir, que no hay efectos neutros, o impactamos positivamente o lo hacemos negativamente, pues el no dejar valor agregado en nuestra interacción digital simplemente se deshumaniza el “ser digital” que hoy todos representamos como un alter ego.

Este ser digital, necesita ser humanizado por una inteligencia colectiva dirigida a ser mejores desde lo terrenal proyectado a lo digital con alcance universal; por tanto, esta diferencia entre el alcance (la fama de las 24 horas) e impacto se basa en el valor agregado que mejora la calidad de vida de un ciudadano digital más allá del entretenimiento.


De aquí que, somos Seres Digitales lo queramos o no, en primer lugar, nuestro actuar cotidiano tiene reflejo en lo digital, la huella queda o bien en una imagen, en una comunicación, en un documento, en una creación digital o bien en nuestra traza de navegación; y en segundo lugar, aunque toda actuación digital nace fuera de la red, lo cierto es que sus efectos se manifiestan de rebote en una realidad tangible, repercutiendo de manera real como consecuencia de una reacción que desde el universo digital se revierte exponencialmente; de aquí la importancia de humanizar la actuación digital, pues su taza de rebote regresa con (10)n con los mismos ingredientes con los que fueron vertidos en la red.


Autoliderazgo


Conscientes del alcance y posible impacto de nuestras actuaciones en el ecosistema digital y por rebote en el mundo no digital, es que se hace como condición ineludible para la trascendencia digital el Autoliderazgo.

El autoliderazgo se define como la capacidad de influencia intencionada y consciente sobre los propios pensamientos, emociones y conductas con el objetivo de alcanzar las metas personales que nos hemos propuesto (Irene Alabau). Continua la autora indicando que “…el autoliderazgo implica una serie de competencias como la focalización de la atención en las metas, la persistencia, mantenimiento de la motivación y disciplina por ellas, aunque no resulten en una gratificación inmediata, la evaluación y monitorización de las acciones en base a los objetivos establecidos, pudiendo ajustarlas si no son las óptimas, así como una planificación y priorización de tareas.”


Esta capacidad de autoliderazgo nos permite de manera consciente mapear sistemas y algoritmos, y comprender desde el cuestionamiento abierto, más allá del alcance de nuestro actuar, cuál es el verdadero impacto que queremos lograr de rebote y la mejor manera de hacerlo, porque quien se autolidera difícilmente es liderado por otro y tanto menos por un algoritmo.


El autoliderazgo como manifestación clara de la inteligencia emocional, nos permite adentrarnos en un entorno VICA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) con las competencias, habilidades y acciones necesarias para el logro de objetivos deseables; aunque, como veremos más adelante, cada ser humano posee competencias y habilidades que en el marco de su personalidad son más útiles para un entorno que otro de caras al logro de los objetivos.

El autoliderazgo, para el dominio de ecosistemas digitales debe dirigirse con ahínco a las áreas de la innovación, a las metodologías ágiles frente a los cambios acelerados, al estudio concienzudo y acucioso y nos exige entendernos como seres multidimensionales con conciencia del potencial de impacto humano, de ahí la importancia de tener un propósito que sea transpersonal.


No hay propósito de transformación masivo que no nazca desde la empatía, desde los valores humanos y desde la inclusión, sin embargo, para ser un líder de estos tiempos es necesario tener ciertas habilidades humanas.


Habilidades Humanas


El autoliderazgo sumado al propósito de transformación masivo no llega lejos sin el desarrollo de habilidades humanas en tiempos en los que no hay fronteras.


Por sus frutos los conoceréis, dice el apotegma bíblico (Mt.7:15 al 20) y queda claro que todo lo que se hace en el mundo digital deja una huella que se puede leer y por tanto describe la personalidad y las habilidades personales del internauta, de las cuales la comunidad digital está muy pendiente.


Las habilidades humanas manifestadas en el ámbito digital se hacen exponenciales por el alcance del medio utilizado, por tanto, si eres inclusivo y equitativo, esto tiene un efecto tangible en el alcance y por tanto es impactante x (10)n.


Por otra parte, es necesario ser co-creador en un ámbito hecho para la co-creación, de tal forma que se les abren las puertas a otras formas de crecimiento, el crecimiento compartido, la prosperidad compartida y el desarrollo personal ayudando a otros con su desarrollo.


Finalmente, para los que viven en lo digital (¡ah! Todos somos seres digitales, entérate…) la persona o el prójimo digital es el centro, y hacia él van dirigidas las acciones y decisiones, en el que se marcan sus potencialidades y no las carencias, y colaborando activamente en el desarrollo del otro. Obvio, que el despliegue de todas estas habilidades tiene que ejercerse desde el propósito de transformación masiva como norte y apoyado en el autoliderazgo, para que tenga tanto sentido propio como para el universo al que queremos impactar.


Pero la pregunta es ¿estas habilidades son suficientes? La respuesta es no, es necesario desarrollar más y nuevas habilidades, las que hemos llamado Habilidades Humanas 4.0.


Habilidades humanas 4.0


Todos sueñan con impactar, pero no todos lo van a lograr, para ello es necesario prepararse, pues no se trata de alcanzar a un numero infinito de seres humanos a través de medios digitales, se trata de impactarlos positivamente y para ello es imprescindible ser:


1. Tecnológico: para conectar con valor agregado, leyendo el impacto y analizando datos.


2. Comunicador Innovador: es decir, de pensamiento crítico, con creatividad aplicada, de pensamiento lateral, que comprenda el valor de las historias bien contadas y toque la esencia humana a través de las emociones.


3. Inteligencia Emocional: capacidad de adaptación a entornos disruptivos, optimista, resiliente, humano, empático, comprometido y practicante del autoliderazgo, estable.


4. Cuidadoso de las personas y del entorno: esto exige que sea un humanista a carta cabal, que conecte con otros y preserve tanto su salud, su equilibrio físico como mental y espiritual para poder brindar un acompañamiento personalizado.


5. Innovador: el innovador entiende que sus productos y servicios son un medio para conectar con otros y afectarlos positivamente dándoles valor agregado.


Una personalidad para cada entorno VICA y competencias específicas.


No te desgastes en afrontar todos los entornos como si tuvieses todas las competencias, no.


Hay quienes se desenvuelven mejor en entornos volátiles que en los inciertos, en los complejos que en los ambiguos y ello depende es de la personalidad. Por ello, es importante el autoconocimiento para saber cuáles entornos vamos a afrontar con mayor eficiencia desde lo que naturalmente somos.


El que es rápido, responsable y organizado es bueno para los entornos volátiles, más debe desarrollar competencias como la humildad, la visión, la innovación, la capacidad de adaptación y el compromiso.


El que es colaborador, creativo, comunicativo, entusiasta, generoso y valiente es bueno para entornos de incertidumbre, mas debe desarrollar competencias como el reenfoque, el carácter y generar espacios cómodos.


El que es justo, lógico y reservado es bueno para entornos complejos, más debe desarrollar competencias como ser práctico, claro, resolutivo, íntegro y autentico.


El que es entusiasta, generoso y valiente es bueno para los entornos ambiguos, más debe desarrollar competencias como la agilidad, la flexibilidad y solidificar los valores.


Ya hemos visto como todo parte de nosotros mismos hacia el exterior, por tanto, es importante tener claro el rol del autoliderazgo, nuestras habilidades humanas al servicio de los demás, el desarrollo de habilidades humanas 4.0 y de competencias que fortalezcan nuestras capacidades innatas para afrontar el entorno desde el cual podemos liderar.


Liderazgo digital


No obstante, no todos los que viven en el mundo digital tienen la cualidad de ser Líderes Digitales, serlo, no supone super poderes, ni una habilidad innata, ser un Líder Digital está íntimamente vinculado con tu propósito y tu actuar en medios digitales de alcance masivo. Cuando, conectas tu comunicación digital con tu propósito, éste puede dar el salto a ser de transformación masiva por su nivel potencial de impacto; mas estos dos ingredientes no son suficientes, es importante ser omnicomprensivo respecto al entorno mundial, ser expansivo, estudiar el entorno, observarlo, cuestionarlo abiertamente, mapear sistemas y estar en al día con las teorías del cambio.


Este primer paso para un liderazgo digital sirve la mesa para reenfocar oportunidades con miras a crear o establecer modelos sostenibles de organización, visualizando posibilidades (que no es lo mismo que oportunidades) y aprovechar el momento, para conectar redes e ideas en pro de crear soluciones radicales interconectando comunidades con ideas que procuran inteligencias colectivas dirigidas a crecer en propósitos comunes.


Como es natural cuando se adentra en lo digital, aprender es natural mediante la experimentación, pues en un entorno de cambio constante no es posible llegar a establecer un Status Quo Digital, lo único constante es el cambio, por lo que ya no se habla de capacidad de adaptación sino de la capacidad de generar el cambio, y la forma es simplemente iterando constantemente para aprender mientras se crea y catalizar el nivel de impacto de las decisiones que crean nuevas realidades mediante actuaciones con propósito en lo digital.


Estas características, definen a un actor que promueve una actitud radical, abrazando mentalidades disruptivas, entrenando nuevas habilidades y competencias basadas en el humanismo, la tecnología, la innovación y con alta visión de futuro.


Por tanto, el Propósito de transformación masiva de aquellos que vivimos bajo estas dinámicas no pueden ser sino con el ánimo de generar una transformación masiva a través del alcance y el impacto, en algunos casos, desde el discurso, y en otros (Como el mío) desde la creación digital para generar oportunidades masivas en ecosistemas autosustentables y sostenibles para comunidades con una inteligencia colectiva dirigida a la creación de posibilidades de crecimiento retroalimentado.


Un líder digital es por naturaleza inclusivo, el mundo digital suele en ese sentido ser más humanizado que el mismo mundo terrenal, en lo digital se promueva la diversidad de ideas, de personas, tendencias, en un mundo sin fronteras geográficas tampoco las hay mentales.


Ahora bien, una persona que interactúa en el mundo digital bajo estas cualidades no puede ser más que un hacedor, un Líder Digital es no es un simple espectador de una realidad digital, por el contrario, es un actor que cambia realidades mediante su actuar constante, perseverante e inagotable.


Liderazgo Colaborativo.


Como bien dice el adagio: “Si caminas solo llegarás más rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos” y un Líder Digital lo tiene claro y, por tanto, fomenta la comunidad y el propósito común, la identidad comunitaria mediante una visión globalista basada en la colaboración.


De este modo, un liderazgo digital debe ser necesariamente colaborativo, apoyado en la condición de prosumidores de los actuantes en la relación digital, es decir, el liderazgo colaborativo es inclusivo en opiniones y permite la co-creación por parte de sus prosumidores a través de un flujo bidireccional de información que permite, iterar para impactar de modo certero.


Esta condición de colaboración como eje central, le exige ser ágil no solo de pensamiento sino de actuación (Lean Thinker), para pivotar en función de generar un impacto integrador de metas compartidas y propiciando una inteligencia colectiva basada en la idea de comunidad de apoyo para el crecimiento mutuo mediante las sinergias intuitivas.


Liderazgo exponencial


Vemos como el liderazgo exponencial es consecuencia de todo lo anterior; quienes han sido líderes exponenciales en el mundo con o sin apoyo de la tecnología tienen rasgos comunes basados en el autoliderazgo, sus habilidades humanas y el desarrollo de competencias aplicadas a su propósito de transformación masiva.


Es decir, han buscado soluciones radicales a grandes problemas que han sido comunes y han generado un cambio masivo; la buena noticia, es que la tecnología está a nuestro servicio y tu decides si quieres ser un simple espectador, un consumidor de algoritmos generando alcance o si por el contrario, deseas ser un líder exponencial, actuando, generando cambios, impactando positivamente con mucho o poco alcance mediante soluciones radicales a problemas comunes.


Tienes en tus manos la posibilidad de ser esencialmente un líder, siempre que empieces por ti mismo, por ser coherente y luego desarrollando tus mejores competencias en base a tu personalidad para luego, saber desde donde vas a generar el cambio que el mundo espera de ti.


De este modo la formula del liderazgo exponencial la hemos definido así:


Liderazgo exponencial = (Autoliderazgo x liderazgo digital)liderazgo colaborativo

                                         Propósito de transformación masiva


Ramón Burgos Irazábal. 


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